Tarazona, una encantadora ciudad mudéjar en la provincia de Zaragoza, Aragón, es conocida no solo por su rico patrimonio histórico y cultural, sino también por ser el lugar de nacimiento de Francisco Martínez Soria (1902-1982), más conocido como Paco Martínez Soria, uno de los actores y empresarios teatrales más queridos de España. Este «cateto entrañable» del cine español, famoso por sus comedias costumbristas, llevó el nombre de Tarazona a la gran pantalla, utilizando su ciudad natal como escenario en películas memorables y dejando un legado que aún resuena en la localidad. A continuación, exploramos Tarazona y su conexión con el cine de Paco Martínez Soria, así como los atractivos que hacen de esta ciudad un destino único.
Tarazona: Un Tesoro Mudéjar con Historia
Situada a orillas del río Queiles, Tarazona es una ciudad que combina la belleza de su arquitectura mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con un entorno natural privilegiado al pie de la sierra del Moncayo. Su casco histórico, con calles estrechas y empedradas, está presidido por la Catedral de Santa María de la Huerta, una joya gótica-mudéjar, y el Palacio Episcopal, un edificio renacentista que refleja la importancia histórica de la ciudad. Otros puntos de interés incluyen la Plaza de Toros Vieja, una de las más antiguas de España con su peculiar forma poligonal, y el barrio judío, que conserva el trazado medieval de la judería.
Tarazona es también famosa por su Cipotegato, una tradición única durante las fiestas de San Atilano (del 27 de agosto al 1 de septiembre), donde un personaje disfrazado es perseguido por los vecinos en un alegre espectáculo. Este rico patrimonio cultural y festivo se entrelaza con la figura de Paco Martínez Soria, quien, a pesar de mudarse a Barcelona a los cinco años, siempre mantuvo un vínculo especial con su ciudad natal, regresando para actuar en las fiestas locales y rodar en sus calles.
Paco Martínez Soria y su Legado en Tarazona
Nacido el 18 de diciembre de 1902 en la calle Garnacha, número 1, Paco Martínez Soria es uno de los hijos más ilustres de Tarazona, junto a la cantante Raquel Meller. Conocido por sus papeles de hombre de pueblo enfrentado a los retos de la modernidad, Martínez Soria conquistó al público español con su humor sencillo y su carisma. Su carrera cinematográfica, que despegó en los años 60 tras décadas en el teatro, incluyó clásicos como «La ciudad no es para mí» (1966), «Abuelo Made in Spain» (1969) y «El turismo es un gran invento» (1968), donde su personaje de alcalde o vecino de un pueblo aragonés resonaba con el espíritu de Tarazona.

Aunque no todas sus películas se rodaron íntegramente en Tarazona, la ciudad aparece de manera destacada en varias de ellas, sirviendo como telón de fondo para sus historias de choque entre lo rural y lo urbano. Por ejemplo, en «El turismo es un gran invento», dirigida por Pedro Lazaga, Tarazona se convierte en el escenario de las peripecias de Benito, el alcalde de un pueblo que busca modernizarse a través del turismo. Las calles empedradas, la Plaza de España y los alrededores de la catedral son reconocibles en las escenas, mostrando el encanto de la ciudad a una audiencia nacional. Del mismo modo, en «Vuelve San Valentín» (1962), algunas secuencias capturan la esencia de Tarazona, con su arquitectura mudéjar y su ambiente tradicional.
El uso de Tarazona en estas películas no fue casual. Martínez Soria, quien también produjo varias de sus cintas a través de su compañía Artis Films, sentía un profundo apego por su tierra natal. Su decisión de rodar en la ciudad no solo promocionó Tarazona, sino que también inmortalizó su paisaje y su carácter en el cine español. Hoy, los turiasonenses recuerdan con cariño al actor, y su legado se mantiene vivo en la memoria colectiva de la ciudad.
Tarazona en el Cine de Martínez Soria: Un Escenario de Humor y Tradición
Las películas de Paco Martínez Soria que incluyeron a Tarazona como escenario reflejan el contraste entre la vida rural y la modernidad, un tema recurrente en su filmografía. En «El turismo es un gran invento», por ejemplo, la ciudad se transforma en un pueblo ficticio que busca atraer visitantes con ideas disparatadas, como construir una playa artificial. Las escenas rodadas en la Plaza de España y en los alrededores de la Plaza de Toros Vieja muestran a Tarazona como un lugar auténtico, con su arquitectura tradicional y su ambiente acogedor. Estas imágenes, combinadas con el humor de Martínez Soria, ayudaron a popularizar la ciudad como un destino turístico en los años 60 y 70.
Otro ejemplo es «La ciudad no es para mí», donde, aunque el pueblo ficticio de Calacierva no es Tarazona, el espíritu del personaje de Agustín, un agricultor aragonés que se enfrenta a la vida urbana, está inspirado en la conexión de Martínez Soria con su tierra. La película, un éxito de taquilla con millones de espectadores, evocaba el orgullo por lo rural que Tarazona representaba para el actor.
Atractivos Turísticos de Tarazona Hoy
Tarazona es mucho más que el escenario de las películas de Paco Martínez Soria; es un destino turístico por derecho propio. Los visitantes pueden recorrer la Ruta Mudéjar, que incluye la catedral, la iglesia de Santa María Magdalena y el ayuntamiento, con su impresionante fachada renacentista. El Moncayo, el pico más alto del sistema ibérico, ofrece rutas de senderismo y vistas espectaculares, mientras que el Parque Natural del Moncayo es ideal para los amantes de la naturaleza.
Para los fans de Martínez Soria, una visita a Tarazona es una oportunidad para caminar por las calles que inspiraron sus películas. La Plaza de España, con su ayuntamiento y su ambiente animado, o la calle Garnacha, donde nació el actor, son paradas obligadas. Además, el Museo del Vino y los restaurantes locales, donde se pueden degustar platos típicos como el ternasco de Aragón o las migas, completan la experiencia.
Las fiestas del Cipotegato son otro gran atractivo, ofreciendo una inmersión en las tradiciones turiasonenses. Durante las fiestas, la ciudad se llena de música, desfiles y actividades, evocando el espíritu festivo que Martínez Soria capturó en sus cintas.
Conclusión
Tarazona es un lugar donde la historia, la cultura y el cine se entrelazan gracias a la figura de Paco Martínez Soria. Sus películas, con su humor costumbrista y su amor por lo rural, no solo llevaron el nombre de Tarazona a millones de hogares, sino que también inmortalizaron su encanto en la gran pantalla. Hoy, la ciudad invita a los visitantes a descubrir su patrimonio mudéjar, sus paisajes y su legado cinematográfico, ofreciendo una experiencia que combina nostalgia, tradición y belleza. Tarazona, la cuna del «cateto» más querido del cine español, sigue siendo un destino que enamora a quienes la visitan.

